Regalar un perfume en Navidad es una de las opciones más elegidas por la gran mayoría. Quizás por escasez de ideas o quizás por conocer el éxito de este tipo de regalos, a primera vista pudiera parecer "socorrido", pero se convierte en un regalo con un 100% de posibilidades de éxito siempre y cuando sepamos elegir bien.
La elección de un perfume es sin duda una decisión importante. El aroma a menudo nos evoca recuerdos y transmite rasgos de la personalidad de quien lo lleva puesto: carácter, elegancia, fuerza, originalidad. Como si de una joya se tratara, el perfume se convierte en un complemento imprescindible para completar cualquier estilismo digno de admiración.
Un regalo perfecto que a todos nos gusta hacer y recibir. Y aquí les dejamos 5 razones que van a terminar de convencerlos por las que deberíamos regalar perfumes en Navidad:
1. Olores que evocan recuerdos
Regalar un perfume no es simplemente regalar un frasco con un determinado aroma. Nada nos hace viajar más en el tiempo y entre nuestros recuerdos que nuestra memoria olfativa.
La mayoría de los bienes materiales que regalamos o recibimos nacen con obsolescencia programada, no así un buen perfume que se adapte a nuestros gustos y personalidad; aquel que decidiremos mantener a lo largo de nuestra vida, repetirlo o incluso guardarlo para más tarde volver a descubrirlo. Por todo ello, apostar por regalar un buen aroma será siempre además una experiencia compartida.
2. El mejor complemento
Los complementos siempre dan un toque a tu estilo, pero no dominan tu personalidad, sigues siendo tú mismo.
Todos (o casi todos) utilizamos perfume en nuestro día a día. Un producto de uso cotidiano. Regalar el perfume favorito de esa persona o apostar por sorprenderlo con alguna novedad será una forma de ahorrar ese dinero y reponerle una fragancia que seguro utilizará. Un regalo más que bien recibido y al que sin duda daremos buen uso.
3. Atreverse a probar
La mejor forma de elegir un perfume consiste en conocer nuestros gustos (o los gustos de la persona a la que vamos a regalar) y descubrir las notas olfativas con las que sentirnos más identificados. Las hay cítricas, dulces, florales, amaderadas…
Un interesante ejercicio consiste en cerrar los ojos e intentar adivinar aquellos componentes que más te agradan y que se ajustan a la personalidad. Tal vez descubras que eres un maestro perfumista.
4. Un punto de originalidad
Hay personas fieles a determinadas fragancias y otras muchas a las que les gusta indagar y descubrir nuevos aromas. Recuerda que el perfume es un vestido olfativo que revela la personalidad, el carácter, las emociones e incluso el estado de ánimo de cada persona.
Esta Navidad puedes apostar por clásicos para los más tradicionales de la casa o arriesgar con las últimas novedades para sorprender a los más atrevidos.
Sea cual sea tu elección, no nos cabe duda que seguir encontrando perfumes bajo el árbol es una gran opción con la que acertar.
5. Los clásicos nunca fallan
Si algo funciona por qué cambiarlo. Regalar un perfume es a menudo la opción más elegida por aquellos que quieren agradar a la otra persona.