Las notas de un perfume.

Las notas de un perfume

Estas pueden estar presentes desde el primer momento hasta que el olor desaparece, reconocerse posteriormente o desvanecerse tras un tiempo. En algunos casos, describen su tipo de aroma y en otros forman parte de una combinación en la que tan solo tienen una presencia efímera o casi imperceptible.

Las notas de un perfume definen una fragancia dependiendo de si están en las notas de salida, en las notas de corazón o en las notas de fondo. A continuación, te describimos cómo están presentes en dicha pirámide:

  • Notas de salida. Estas notas están presentes al inicio. Cuando se libera una fragancia, las primeras notas que llegan son las de salida. Generalmente duran unos minutos y después desaparecen, o pierden fuerza. Son precursoras de los matices que se percibirán después, y ubican a este perfume en uno u otro grupo de fragancias.
  • Notas de corazón.  A continuación, llegan las notas de corazón. Tienen un peso mayor en el perfume ya que durarán algunas horas. Se mezclarán con las notas de fondo y aportarán densidad al aroma, para que se perciba con mayor claridad.
  • Notas de fondo. Estas notas no se percibirán al principio, sin embargo, serán las más largas y las que servirán de base para el aroma. En ocasiones, se notarán tras aspirar profundamente. Son las que más tiempo perduran, pueden persistir en la piel por un día completo o en tejidos durante días.

 

De las “Notas” a las “Familias”

Según las notas olfativas que tenga cada fragancia podemos clasificar los perfumes en diferentes familias. Podrás encontrar las siguientes:

 

FLORAL: Se trata de aromas muy versátiles, estos olores suelen recordar a lo romántico y primaveral, estando muy presente en fragancias femeninas. Aparecen notas como la lavanda, margarita y amapola, sugiriendo sensaciones ligeras, naturales y frescas. También pueden aparecer las peonías, nardos, lirios, fresias y gardenias, cuyas notas son más complejas y exóticas que remiten a la sensualidad. Los jazmines y las rosas son aromas que pueden aparecer también dentro de esta familia.

AMADERADA: Estos aromas pueden implicar notas olfativas de contraste, pudiendo encontrar desde las maderas frescas y ligeras como el pino, cedro, vetiver y bambú, que evocan la frescura silvestre. Así como se encuentran las más intensas como el sándalo o roble que se asocian a lo clásico.

CÍTRICA: Se obtienen a partir de las cáscaras de frutas como la lima, el limón, pomelo, naranja o mandarina. Estos aromas suelen sugerir sensaciones de frescura y limpieza.

FOUGÈRE: Los aromas de esta familia lo componen la unión de la bergamota, madera, lavanda, notas verdes, cumarina y musgo.

CHYPRE: Al igual que los anteriores, estos aromas corresponden a la unión de las notas olfativas de bergamota, rosa, jazmín, pachuli, ámbar, almizcle y musgo. Sus acordes de aromas sensuales y marcados.

CUERO: Se caracterizan por la sobriedad, discreción, originalidad y elegancia. Los aromas de cuero suelen acompañarse por maderas, musgos, tabaco o ahumados. Este olor suele asociar a personas de estilo más clásicas, y muy seguras de sí mismas.

ORIENTAL: Estos aromas se componen de distintos aceites aromáticos que se obtienen a partir de especias (como la vainilla, pimienta, cardamomo y clavo), algunas plantas (como el jengibre, cacao y regaliz), resinas (como el ámbar) y aceites balsámicos. Se asocian a fragancias sensuales, cálidas, intensas y dulces.

 

Las notas olfativas son casi infinitas y seguramente serán muy pocas las que lograrás reconocer a lo largo de tu vida. Pero esas notas, junto a la mezcla de sustancias aromáticas y su equilibrio, es lo que va a dotar al perfume de una personalidad propia y distintiva.


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